El de 2 de marzo recibimos en nuestra casa de
Calzada de Tirry 81 a la carismática Liuba María Hevia. Ella asistió en la
compañía de la actriz Verónica Linn y de un grupo de hermosas mujeres, algunas son
parte de su equipo de trabajo. Ha sido un regalo compartir con todas, pues
estamos muy cerca del 8 de marzo, un día que festeja a la mujer. Entre las
presentes se encontraban Iliana, Carla, Iris, Ana Valdés Portillo, y otras.
Todas acudieron con el deseo legítimo de saludar a Carilda Oliver. La visita
transcurrió con canciones y versos. La propia Carilda dio lectura al poema Se me
ha perdido un hombre, un manifiesto apasionante que describe la pérdida
de su anterior esposo, el cantante lírico Félix Pons Cuesta. Pude ver lágrimas
en los ojos de Liuba, y tocar de cerca su intensa sensibilidad. No es lo mismo
escuchar canciones que tocar las zonas más inmediatas y tangibles de su
emoción, y percibir que el sentimiento y la ternura de sus textos existen en
los predios de una carne trémula que aviva un corazón fuerte y libre.
Por su parte, Verónica Linn declamó el poema Madre
mía que estás en una carta. Ayer me sentí un hombre muy feliz. Verónica
Linn, es un alma con la que he crecido desde niño. Su rostro en la TV, en
aquellas noches infinitas del campo donde nací fue siempre fiesta, otra
estrella más en las noches de mi infancia.
Quiero darles las gracias a todas por traernos
fe y amor, y habernos dejado en los labios el gusto de la música y en los ojos
un brillo que todavía nos dura.
Cuando las enormes puertas del zaguán se
cerraron Carilda y yo entramos a un silencio despreciable porque la risa, la
música, la sensación de un amanecer, parecían haberse marchado tras esas lindas
criaturas que asaltaron nuestra soledad para secuestrarnos al pleno de una
alegría loca. Es como una niña – me confesó Carilda, refiriéndose a Liuba –, una
niña que puede jugar a convertir la tristeza en canción.
Raidel Hernández.
Alfredo Sanabria
Cuanto hubiera dado por estar allí!!!
ResponderEliminarMis saludos para usted y para Carilda, de corazón...